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Explorando la psicoterapia, el encuentro y la comunicación evolutiva

Descubre cómo la psicoterapia ayuda en el desarrollo de conceptos personales para el yo y cómo la comunicación puede ser utilizada como una herramienta para el crecimiento. Descubre las profundidades de ti mismo para crear conexiones significativas con los demás.


"One of the most fruitful aspects of the encounter between classical Buddhist knowledge and modern science has been the emergence of new therapeutic and educational approaches that integrate contemplative practice, such as mindfulness, and contemporary psychology methods, such as those of cognitive therapy.” —SS Dalai Lama

Definiciones de psicoterapia Laplanche y Pontalis: “Psicoterapia es, en sentido amplio, todo método de tratamiento de los desórdenes psíquicos o corporales empleando medios psicológicos y, de manera más precisa, la relación terapeuta-paciente…”* * (p. 359). - Wolberg LR: “Psicoterapia es el tratamiento, por medios psicológicos, de problemas de naturaleza emocional, en el cual una persona entrenada establece deliberadamente una relación profesional con el paciente con el objeto de: a) eliminar, modificar o retardar síntomas existentes, b) mediatizar patrones de conducta perturbados y c) promover el crecimiento positivo de la personalidad y el desarrollo”2 (p. 3). - Lambert MJ, en la última edición del Bergin & Garfield Handbook of Psychotherapy3 (p. 311), mantiene la definición de ediciones anteriores: “Psicoterapia es: a) Una relación entre personas involucradas en un proceso compartido, b) uno o más individuos definidos como necesitando un tipo específico de asistencia, para c) mejorar su funcionamiento como personas, junto con d) uno o más individuos definidos como capaces de brindar esta asistencia.” Comentando esta definición, Orlinsky, Ronnestad & Willutzki3 (p. 311) proponen agregarle las aclaraciones que se detalla a continuación: 1) Incluir en la noción de relación terapéutica todo lo que ocurre entre terapeuta(s) y paciente(s), sea dentro de la sesión o que continúa por otros medios fuera de la sesión. 2) Respecto a la forma en que se debe entender el “mejorar su funcionamiento como personas”, señalan que, si bien la psicoterapia es indudablemente un tratamiento por medios psicológicos que forma parte del campo de la salud, no por ello su uso se limita a personas que entran dentro de los diagnósticos habituales de trastorno o discapacidad, siendo necesario incluir también personas que buscan desarrollar su vida emocional, controlar conductas desadaptativas o desarrollar sus aspectos espirituales y una filosofía de la vida. 3) Señalan, por último, respecto al punto d), que la psicoterapia es ofrecida como un servicio profesional por personas cuyo entrenamiento debe ser formalmente reconocido por institutos profesionales y de enseñanza acreditados para brindar esa certificación

Para desarrollar un concepto personal de la psicoterapia, he debido pensar en los conceptos que ronden alrededor de las percepciones personales de la naturaleza de la mente, el conflicto y el Ser. El ser, desde una mirada integrativa, tiene la capacidad de desarrollarse, de construir sus experiencias, y quizás en cierto sentido, para adentrarse en la psicoterapia, considero imprescindible adentrarse en el yo, “cuando conectas contigo mismo , empiezas a conectar con mayor profundidad con los demás. Si no haz dado el primer paso, dar el segundo es imposible”. (T.N. Hahn 2018) así que comprendo en este momento del proceso que psicoterapia será el encuentro o la relación que ocurre entre dos personas, donde se abre un diálogo y espacio para la comprensión y entendimiento de lo que ocurre en el consultante, con el objetivo de construir una mejora, descubrirse, mejorar su funcionamiento, comunicarse consigo mismo a través de la relación con el terapeuta. Como menciona Zohn y Gómez “entre las distintas psicoterapias y otras relaciones de ayuda hay una serie de procesos y elementos comunes que favorecen el cambio.“ Así como “trascender los límites que establecen los enfoques o las escuelas en psicoterapia para ir más allá de una visión reduccionista y ampliarla, incluso en el diálogo con otras disciplinas.” (Gomez, Zohn) así que, damos pasos hacia la integración, una disolución de las barreras frías de la conceptualización para ampliar nuestras capacidades de ayuda, nuestra sensibilidad y entendimiento en pos de la relación de ayuda. “...trascender los límites de las escuelas existentes y combinar sus descubrimientos y métodos...” (p.11). Este planteamiento se complementa con lo que consideran Feixas y Miró (1993) acerca del movimiento integrador (o explorador de la integración) al afirmar que este movimiento “...pretende fomentar un marco de diálogo...” (p.354), “... buscar soluciones más abarcadoras...” y generar “...nuevos cuestionamientos, en lugar de respuestas definitivas” (p.355).

Ante éste marco de referencia surgen los cuestionamientos referentes a la relación de ayuda; que no se fundamente sólo con el deseo de ayudar, si no también con el principio de que el otro se ha dado cuenta de que requiere ser ayudado. Este primer acercamiento al respeto del arte de acompañar, abre también la comprensión de las necesidades específicas del otro, el consultante, como se menciona por parte de Fernández Álvarez(1992) en Soriano (2004) “si alguien no está preparado para una psicoterapia es simplemente por que no la necesita, por que necesita otra modalidad terapéutica o por que necesita otra cosa antes…en muchas oportunidades los pacientes, los pacientes realizan una consulta en momentos en que no están maduros para llevar adelante una terapia…” retomando lo mencionado por Soriano (2004) “la persona es más importante que cualquier síntoma de su patología” por lo tanto estamos ante la posibilidad de entrar en contacto con el mundo del otro, para otorgar la oportunidad de que el otro pueda construir de una forma diferente su propia personalidad. Sin dejar de lado que en ésta interacción, dos mundos colisionan, donde el consultante existe resonando en lo que el terapeuta aporta en este encuentro y existencia. C. Rogers (1954) menciona la búsqueda por la interacción con el otro, para el desarrollo del otro, significando en sus palabras que “una relación de ayuda, es toda relación en la que al menos una de las partes intenta promover en el otro el desarrollo, la maduración y la capacidad de funcionar mejor y enfrentar la vida de manera más adecuada…donde uno de los participantes intenta hacer surgir de una o ambas partes, una mejor apreciación y expresión de los recursos latentes del individuo, y un uso más funcional de éstos” descubriendo en ello las distintas dimensiones implicadas en la efectiva relación de ayuda, determinando la configuración del encuentro terapéutico (Soriano, 2004)

  1. Autenticidad Personal

  2. Valoración consideración positiva

  3. Comunicación empática

  4. Cordialidad y compromiso personal

Abriendo nuestra comprensión también a las comprensión profunda de las Relaciones interpersonales:


diagrama de las relaciones
las relaciones

Waltzawick (1988) “Ser comprendido por otro significa que el otro comparte con nosotros nuestro propio punto de vista de la realidad interpersonal y que, por consiguiente, la ratifica”. El ser Humano construye sus relaciones complejamente, y en base a estas construcciones, elabora la comunicación y la interpretación de esta comunicación, no hay relaciones sin interpretaciones, y de éstas relaciones surge la necesidad de desarrollar el entendimiento en lo concerniente al apego y las posibles transferencias que pueden surgir en el encuentro terapéutico, ya que finalmente dentro de la relación terapéutica el consultante espera algo del terapeuta, acude con una necesidad, se va descubriendo la historia, y quizás, parte fundamental del encuentro con la terapia, sea la reconstrucción de las primeras etapas de vida, donde se cubrieron necesidades amorosas y afectivas, físicas y sociales, o bien, se generaron las primeras carencias y rupturas en la vinculación con el otro, en esta construcción de las primeras interacciones y primeros encuentros con el yo, separado primeramente del primer objeto de apego y afecto, la madre. Citando a I. Di Bartolo “un objetivo clínico es comprender la forma en que el otro y el sí mismo están representados mentalmente en la relación… las representaciones de cada uno de los integrantes influyen en el otro. No hay conexión directa entre las mentes, pero hay un canal de comunicación: la interacción. Lo que se piensa del otro guía lo que se hace en relación con el…” en tanto todo comunica, es vital crear el espacio seguro (físico - psiquico) para el encuentro treapéutico. Los nuevos retos sociales a los que nos enfrentamos, la disolución de las fronteras no sólo se están presentando entre las disciplinas, considero que también en lo que el tratamiento y la comprensión integral del ser humano se refiere también se van integrando, proponiendo nuevos retos a la visión de lo que la relación terapéutica implica, no sólo desde el ámbito de la psicoterapia si no en lo que desde una visión del ser y todas sus interacciones se refieren. Uno de éstos ejemplos de conceptualización de una ética en el tratamiento y recuperación de los procesos mentales de las personas, está siendo fuertemente desarrollado por la Universidad de Sidney y por la Universidad de Standford (Slade 2009), en lo que percibo, un acercamiento a integrar a la sociedad en el bien estar mental de todas sus partes. Pienso en esto cuando pienso en el código de ética, por que me parece una perspectiva retadora y atrevida, la de cuidar al terapeuta, al consultante, e integrar a la sociedad en éste hacer, des estigmatizando así la atención psicológica, psiquiátrica e incluso a las personas que presentan ciertas dolencias o patologías mentales. Ellos plantean la filosofía de la perspectiva de recuperación, y algunos de los puntos de la universidad de Melbourne del departamento de psiquiatría, mencionan parte de los siguientes puntos como parte de la filosofía del bienestar (y la ética de los tratantes) La visión de la filosofía de recuperación, fomenta:

  • La cultura de la esperanza

  • La Autonomía y autocuidado de los tratados

  • La integración de la familia y los significativos

  • El enfoque en las fortalezas del consultante

  • La integración de la visión holística del ser, y por lo tanto la personalización de las estrategias de mejora

  • La colaboración de los tratados en sociedades o tejidos de sostén

  • La participación de la comunidad en la recuperación

  • La visibilización de la diversidad

  • Desarrollo de liderazgos

  • Espacios de reflexión y re-aprendizaje


Mencionarlos solo de forma general me parece importante ya que dentro de cada rubro continúan construyendo lo que corresponde a las habilidades claves de los tratantes y aquellos a cargo del bienestar mental. Éste tema sin dudarlo, me ha llevado a ver que está sucediendo en otros países, como está siendo aplicado un código de ética, ¿cómo podemos integrar lo global en lo particular?, ¿cómo podemos romper nuestros propios paradigmas locales?, etc. En la bibliografía dejaré las ligas de éste trabajo de Standford University, porque sin duda, es un material para continuar el auto cuestionamiento.


Definiciones de comunicación.

M.Martínez 1997 Proceso que hace posible que dos o más individuos se transmitan información intencionalmente - cifrada en algún tipo de código - con 3 dimensiones referentes al mismo código.

  1. Dimensión cognitiva la información transmitida está representada de alguna forma en la mente del que transmite y también de representarse en la mente del receptor para se comprendida y descodificada.

  2. Dimensión social todo el sistema se apoya en reglas arbitrarias y convencionales que regulan el intercambio de información y la interpretación de las intenciones comunicativas del otro en función de un contexto cultural determinado.

  3. Dimensión semiótica El propio código utilizado - sea lingüístico o o no - tiene características propias que deben ser descritas y analizadas en tanto que instrumento de mediación de conceptos e intenciones.

P. Waltzawick (1988) “En presencia de otra persona todo comportamiento - activo o pasivo, intencionado o no - tiene carácter comunicativo y es por tanto comunicación. Ya que no existe un no comportamiento, tampoco puede existir la no comunicación.”


P. Waltzawick: El estudio de la comunicación Humana puede subdividirse en tres áreas.

  1. Sintáctica: problemas relativos a a la transmisión de la información, problemas de codificación, canales, capacidad, ruido, redundancia y propiedades estadísticas del lenguaje.

  2. Semántica significado de los símbolos y la información compartida.

  3. Pragmática si la comunicación afecta la conducta, este es el sentido pragmático. Toda conducta, y no sólo el habla, es comunicación, y toda comunicación afecta la conducta

La imposibilidad de no comunicar: Toda interacción con el otro trae consigo un mensaje que movilizará la conducta de los participantes. Es imposible dejar de comunicar, de comportarse, aún en los silencios estaremos en un proceso comunicacional.” “Lo que significa que la comunicación no es solo verbal sino también gestual – no verbal”. (Watzlawick et al., 1985 p.51).

Este axioma interpreta todo comportamiento/conducta como mensaje comunicacional que puede ser interpretado y dotado de significado por alguien que se encuentre en el sistema. Niveles de contenido y relaciones de la comunicación: El contenido del mensaje transmitido es interpretado por el receptor de acuerdo a la relación existente entre éste y el emisor. “Por ello, toda comunicación tiene un aspecto de contenido o semántico y un aspecto relacional, tales que el segundo clasifica al primero y es, por ende, una metacomunicación”. (Watzlawick et al., 1985 p.52) La puntuación de la secuencia de hechos: La comunicación se da en un flujo bidireccional, donde se interactúa en una secuencia definida por el emisor y el receptor, y en ocasiones dicha estructura se ve mediada por la respuesta al comportamiento del otro, ampliando o modificando el ciclo comunicacional. “Es decir no se reduce explícitamente a una causa – efecto. Puesto que, la naturaleza de la relación depende de la puntuación (organización) de las secuencias de comunicación entre los comunicantes”. (Watzlawick et al., 1985 p.56). Comunicación digital y analógica: La comunicación digital y analógica se complementan, ya que el aspecto digital del mensaje se codifica en función de lo analógico, lo digital hace referencia a la comunicación verbal, medible, y lo analógico a todo lo que incluye la comunicación no verbal (movimientos corporales, posturas, gestos, expresiones faciales, inflexión de la voz, secuencia, ritmo y la cadencia de las palabras): El lenguaje digital cuenta con una sintaxis lógica sumamente compleja y poderosa pero carece de una semántica adecuada en el campo de la relación mientras que el analógico posee la semántica pero no una sintaxis adecuada para la definición inequívoca de la naturaleza de las relaciones. (Watzlawick et al., 1985 p.61) Interacción simétrica y complementaria: busca una relación equitativa que permita una comodidad entre las partes, esta puede ser armonizada por un valor agregado. La comunicación puede ser simétrica cuando se mantienen las mismas condiciones en el emisor y el receptor. La comunicación complementaria está sujeta a la autoridad o jerarquía. “Por lo tanto, la interacción simétrica se caracteriza por la igualdad y por la diferencia mínima, mientras que la interacción complementaria está basada en un máximo de diferencia”. (Watzlawick et al., 1985 p.69) Según Hernández y Garay (1996): La comunicación se manifiesta con una dinámica extrema, poseyendo una elevada rapidez tanto en la transformación de niveles como en el de funciones que parten de la evaluación llegando hasta la transmisión y conducción. Según estos autores, es necesario que la ubicación del científico como observador esté establecido de modo continuo, lo que conlleva el esclarecimiento de los niveles operativos, así como una identificación de las funciones que tiene en el interior de un sistema de comunicación. La situación social o el contexto de la comunicación estarán establecidos por el lugar donde se ubica el observador. (p. 42)

Retroalimentación. Una cadena en la cual cada una de sus partes afecta al a otra, de manera que es circular. Puede ser positiva o negativa. La retroalimentación positiva lleva al cambio, esto es, a la pérdida de estabilidad o equilibrio. La negativa es la que se refiere a la estabilidad o un estado constante, el logro y mantenimiento de las relaciones. (Waltzawick et a. 1985 p. 32)

“La redundancia pragmática es cuando contamos con un monto elevado de conocimientos que nos permiten evaluar, modificar y predecir la conducta. La metacomunicación es cuando dejamos de utilizar la comunicación para comunicarnos y la usamos para comunicar algo acerca de la comunicación”

Como Redundancia y compulsión e repetición, en comportamientos que siempre se repiten, llevan al mismo fin. Es un reto comprender ¿de qué manera estamos programados para repetir?, y de estas repeticiones, nosotros como terapeutas, ¿de qué forma podemos hacer para romper el ciclo? ¿De qué manera, la línea de vida se restablece en una dirección diferente? “Una vez seas capaz de comunicarte contigo mismo, podrás comunicarte con el exterior con más claridad” Thich Nhat Hahn, 2018 Con esta introducción a las definiciones en la teoría de la comunicación, la comunicación es indispensable para vivir, es una forma de establecer contacto con la realidad externa y la construcción de la realidad interna, lo que se recibe, lo que se transmita, lo que se interpreta, y también lo que permanece resonando en el diálogo interno. Algo singular de la mente humana es que está en constante diálogo. Si no es con otro ser, es consigo misma, con el entorno en el que se encuentra, con las circunstancias con las cuales tiene contacto, no físico si no “psíquico”, entendible, por que finalmente, todo en nuestro interior biológico, para su correcto funcionamiento, está codificado con cierta comunicación para efectuar sus funciones correctamente. En la misma analogía, encontramos las relaciones y los encuentros, repitiendo de cierta forma la codificación, como nos comunicamos desde dentro, nos comunicaremos hacia fuera. Lo que suceda fuera, modificará como vamos reconstruyendo el diálogo interno. En el campo de la memoria, en lo intrapsíquico, no existe el tiempo como tal y ahí nos adentramos en lo estudiado por el psicoanálisis; de cierta forma es como si nos enviara mensajes “del otro lado” (el inconsciente) al consciente. Y esto nos abre la puerta hacia la entrevista, partiendo del concepto de Epoché, Epoché es una palabra griega que significa “suspensión” y que es aplicada en el escepticismo antiguo como “suspensión de juicio”. De ésta forma considero vital introducirse al campo de la interacción con el otro, en un ámbito terapéutico, desde ésta premisa.


“Crear un espacio” en la construcción del ambiente de seguridad y confianza está en juego lo físico y lo psíquico. Un espacio con los elementos suficientes que den seguridad al terapeuta y contengan las circunstancias emocionales a las que se pueda enfrentar el consultante. En lo psíquico, crear un espacio para la “conexión” y establecer el puente comunicativo entre las partes. Me parece que la actitud del terapeuta es la primera consideración para la creación del espacio ínter personal. Después de estas consideraciones, encuentro importante la determinación del encuadre como un aspecto técnico imprescindible, que brinda seguridad a ambas partes, y también ayuda a contener la profesión dentro de un marco ético y profesional.


Encuadre.

Explica la forma en que trabajaremos, como se llevará a cabo la interacción en términos generales, de que manera serán las sesiones, duración y frecuencia, así como el costo y las condiciones de las mismas. De forma individual o grupal, comunicar “las reglas del juego” es indispensable, y también, procurar la comprensión del encuadre de todas las partes. En cierta forma, considero importante también las preguntas y respuestas que puedan surgir respecto del encuadre, donde el paciente o el consultante se aseguran de haber comprendido por completo la interacción, los alcances y las responsabilidades de las mismas. Me parece necesario mencionar, que dentro de éste encuadre, un terapeuta se puede colocar en la posición de compañía, sin embargo quien tiene el mapa del laberinto interno es el paciente, quizás metafóricamente, un terapeuta, un acompañante, sólo sostiene una linterna, en el proceso del autodescubrimiento. La maduración para comenzar el camino, depende más del consultante que del terapeuta, pero la contención para asumir el riesgo de adentrarse en sí mismo, está en manos del terapeuta; entendiendo que comenzar un proceso de análisis terapéutico, representa el reto incómodo de enfrentarse a lo desconocido, desde lo conocido (el problema) y los cambios que puedan devenir de este proceso, este nacimiento del Yo donde el terapeuta es nodriza. Conclusiones ¿Qué se espera de la consulta? ¿Qué se espera del proceso terapéutico? ¿Qué representa el terapeuta?

En éste proceso de aprendizaje en la comunicación, la entrevista, terapia y yo; me ha parecido clave analizarme. En el panel se mencionó, que no vayamos como escuderos victoriosos, tratando de salvar a todo aquel que le aqueje un mal, que llega a psicoterapia herido y terapeuta se coloque en posición de refugio y salvación, por que en muchas circunstancias, el objetivo terapéutico, será más bien el de cirujano, partero, boxeador, enfermero de lo que queja, de lo que contamina el pensamiento, de lo que ha sido acumular en el ámbito emocional y mental “tumores”, “humaredas”, “incendios” y “lagunas” cuando parece que vas a sacar una hiedra, y terminas desyerbando una montaña para que la persona recuerde que puede sembrar un gran jardín dentro de su vida y sus pensamientos. Me parece que he acudido a consulta para encontrar respuestas, en ésta búsqueda también me he encontrado con laberintos, y de cierta forma, creo que muchos consultantes llegan así, con preguntas a las que no vamos a dar respuesta, pero acompañaremos para que la encuentren por si mismos. A penas una luz que permita guiar su propio camino entre los laberintos construidos de historia personal, contexto social, creencias y auto imposiciones, y poco a poco desencadenar, romper los muros o saltarlos, a fin de que se logre un fin mayor. Creo que se espera del terapeuta que sepa, como encender la luz que nos ayude a transitar este momento, que sirva de intérprete entre todas las partes que nos componen; qué pueden componer al consultante, que construyen una historia de vida. Hay muchos retos, más incógnitas que surgen en el camino, ante esta gran totalidad donde uno muchas sólo es “testigo” no juicioso de la vivencia del consultante. Sin condenas y con total aceptación de la totalidad que manifiesta la vida, a veces caos, a veces armonía, en este espacio de respeto, donde no hay condena y florece la aceptación.


Si requieres un espacio de encuentro, no dudes en comunicarte.

Lo que sanamos es infinito a través de la mirada del alma.

whatsapp 3315130760

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