Haz perdido a un hijo?

Me encontré con esta imagen y me removió muchas cosas. En el primer boceto de trabajo de grado; estuve planteando e investigando sobre como un duelo mal elaborado derivará en muchas dolencias que podrían pasar desapercibidas, pero que sin embargo terminarán por explotarle en la cara al sistema cuando se conjunten todos los elementos de la misma. El duelo de los no nacidos, de los no logrados, es un duelo que en la psico dinámica madre - hembra - mujer deviene en muchos fantasmas que aparecen como maldiciones en los remanentes de su autoconcepción, como madre y quizás como mujer. El caso de duelo de Natalia es muy interesante; por muchas componentes, el componente de duelo respetado, el tiempo que sea que le llevó es uno de los que más me caló al reflexionarlo, cargar con la muerte hasta ser capaz de devolverla a la tierra. 7 meses fueron necesarios para que ella lo soltara...
y si lo pienso; una mujer en el trance de la maternidad, durará en un buen caso 9 meses embarazada pero la psicodinámica del puerperio lejos de lo que se dice 40 días de cuarentena en los casos de mujeres he visto mucho más. Hasta 18 meses donde el crio es mas firme, se va apenas despertando del trance de recoger un alma que se albergaba en el cosmos infinito (dicho poéticamente, construir un cuerpo a partir del cuerpo mismo de la madre)
La tradición oral de los antiguos pueblos de Norteamérica y otras partes del mundo lo sabían antes de que lo analizáramos bajo el escudriño de la lógica científica y psicológica; esto que fuera sabido, se transmitió de generación en generación de abuela, a hija y nieta, como una transmisión de un secreto tan cercano a la vida como la muerte: Volverse “madre” implica morir, ha sido por tanto considerado un paso iniciático en la vida de una mujer, una transformación necesaria que implica la pérdida del yo al “servicio” de la vida en descendencia, donde al momento de parir, la mujer que muere importa menos que el naciente que trae sus propios significados al clan, tribu o sociedad.
La madre parturienta cumplió su deber, el puerperio se vuelve invisible a los ojos; pero doliente en las madres, y en esta penumbra del bardo, la madre deambula entre las vísceras de su yo desmembrado y el reencuentro con una nueva Yo, que se terminará de configurar a meses del nacimiento de su hijo en el mejor de los casos, y “quien sabe cuando” en el peor de los mismos.
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los destinos donde los temores se vuelven realidades, el hijo enfermo o muerto; el duelo que le acompaña a lo no nacido, encadenado de igual manera, a la madre “no lograda”...
...una mujer se sabe madre o con la posibilidad de serlo, desde el momento en que el óvulo es fecundado, se llegue a término dicho embarazo o no, su cuerpo ya fue habitado y un otro ocupó el vacío intrauterino; A Natalia la chimpancé se le trató como mamífera y su capacidad de auto regulación en algún momento le permitió soltar el cuerpo; y nosotros, cuantos años cargamos el secreto del feto muerto, lo olvidamos, lo dejamos en las sombras como inexistente?
Híjole, este caso, habiendo estudiado a una madre que ni siquiera le dejaron ver a su bebe muerta, se la quitaron, la metieron a una bolsa y la llevaron directamente a cremar; una madre que no sabiendo como organizar su psiquismo tras el trance preguntó por ella para verla, aunque sea: "verle las manitas" y recibir de su cuerpo médico "ya pasó a DESECHO QUIRÚRGICO" ... me remueve tanto. Cuanto nos falta avanzar en gineco obstetricia... como humanidad y como dolientes. y no, no digo que le degen a la gente cargar con un cadáver, simplemente reflexiono, que hay un derecho en cargar nuestros dolores; hasta que seamos capaces de transformarnos con ellos... lo que nos lleve y lo que nos implique sentirlos...
.Colette gi.
Psicoterapia
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